viernes, 21 de noviembre de 2008

Los chicos de la ciudad ya no salen a jugar


Jugar en espacios verdes, ayuda a los niños mejorar aspectos tanto físicos como cognitivos vitales en su período de formación. Sin embargo en nuestra ciudad, los chicos cada vez salen menos a jugar a la calle, la plaza o el parque.

Cada vez más, los chicos prefieren quedarse toda la tarde frente al televior, la computadora o la consola de videojuegos, antes que salir a jugar afuera. Cada vez les resulta más difícil usar la imaginación para inventar juegos al aire libre, tan acostmumbrados están a los juegos de la play. Ya es muy difícil ver chicos jugando a la rayuela, al elástico...

Según los pediatras, los juguetes modernos, más sofisticados, no favorecen el desarrollo de actividades físicas ni creadoras, en que los juegos al aire libre pueden ser una oportunidad para interactuar con sus padres y el medio natural.

Pero quién tiene la culpa, ¿los niños o el medio ambiente poco favorable para el juego? en Bahía Blanca hay plazas y parques pero estos se encuentran bastante mal distribuidos, y por lo general bastante descuidados y no invitan a los niños a ir a jugar. Eso sin mencionar la inseguridad, que hace que las madres prefieran que sus chicos se queden en casa.

La falta de actividad física, sobre todo al aire libre, puede tener muy malas consecuencias en el futuro del niño. La tarea de los mayores es enseñarles a vivir y jugar mas allá de la tele o las computadoras, pero lo primero y principal es luchar por conseguir más espacios verdes y seguros para que los chicos puedan jugar.

1 comentario:

Niceforo dijo...

No conocía este blog de Bahía. Me parece interesante tu planteo sobre las falencias del espacio público en nuestra ciudad. Los barrios hace años q no están en la agenda municipal y no existe planeamiento alguno. Mucha improvisación y desinterés sobre qué tipo de ciudad queremos. Es necesario revalidar a los espacios públicos como lugares de encuentro, de construcción de ciudadanía. Las plazas en nuestra ciudad son solo lugares de tránsito que no invitan a quedarse, sólo basta ver como se ubican los asientos, desde una mirada individualista. En la Plaza Rivadavia únicamente las mesas para los jubilados rompen con esta estructura.

un abrazo y agrego tu blog a favoritos